Hace más de un año, el Arzobispo Carlo María Viganó publicó una carta abierta en la cual el prelado del Vaticano anuncia que el Papa Bergoglio y muchos obispos del mundo están involucrados en un cambio drástico de la Iglesia Católica. Esa carta fue recibida con reservaciones porque, aunque el arzobispo siempre ha sido reconocido como persona de integridad impecable y carácter noble, la idea que hubiera un complot para destruir la Iglesia, movido por el mismo Papa, fue algo imposible de imaginar. Desde ese tiempo, los detalles e la información de esa carta, y de las varias cartas que Viganó ha publicado desde aquel día, han sido verificados en muchas circunstancias. Vale la pena hacer la investigación personalmente y considerar lo que Viganó, como personas íntimamente asociado con el Vaticano, ha presentado al mundo.
Mientras tanto, en estos días salió otra carta del Arzobispo Viganó en la cual el arzobispo dice que el Papa y algunos líderes de otras religiones quieren establecer una Casa de la Familia de Abraham. https://www.aldomariavalli.it/2019/11/19/c-m-vigano-cosi-la-neo-religione-mondiale-avra-il-suo-tempio-con-lapprovazione-del-papa/
El chiste es que las tres religiones que remontan sus raíces a Abraham--la Cristiandad, el Islam, y el Judaísmo--deben compartir lo que tienen en común en vez de enfatizar las diferencias. En un sentido, la idea tiene mérito porque queremos la unión entre todas las religiones, en particular entre los que creen en un sólo Dios. Sin embargo, es unidad sólo se puede establecer bajo el reino de Cristo Rey. Obviamente ni los musulmanes ni los judíos aceptarían ese propósito. Esto abre otra conversación sobre cómo debe ser el verdadero ecumenismo, la misión de la Iglesia, la evangelización, etcétera. Por el momento me gustaría considerar una sola cosa: las ramificaciones de tal casa Abrahámica.
El Papa Bergoglio firmó un documento este año con los líderes de varias religiones, el Documento Sobre la Fraternidad Humana Por La Paz Mundial y la Convivencia Común (https://w2.vatican.va/content/francesco/es/travels/2019/outside/documents/papa-francesco_20190204_documento-fratellanza-umana.html). En ese documento, el Papa y los otros líderes atestiguan que Dios quiere la variedad de las religiones, o sea, que Dios no quiere solamente la religión católica. ¡Qué desastre! Bueno, el Papa sigue con sus esfuerzos para unir a las religiones distintas sin la insistencia en la autoridad de Cristo. Decidió colaborar en la construcción de esa Casa de la Familia de Abraham, donde se encontrará una mezquita para los musulmanes, una sinagoga para los judíos, y una iglesia para los cristianos. Esto es sumamente el sueño de los masones: un lugar de diálogo y fraternidad, sin la insistencia en la autoridad de Cristo. Lo que parece al principio una buena idea de colaboración y de paz es, en verdad, otro paso hacia el gnosticismo y la masonería, dice Viganó. Lo que estamos viendo en esta acción y en muchas otras acciones puede ser el principio de una nueva religión. "Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la Salvación." (Hechos 4:12)
¿Qué pensarían los grandes santos y misioneros de la Iglesia de esto? Después de evangelizar a tantas gentes del mundo en el nombre de Cristo, ¿ahora vamos a abandonar al Señor en el nombre de la fraternidad humana? Tal vez estoy muy exagerado en esta evaluación; creo que no. Por favor hermanos, recen mucho por el Papa Bergoglio y por los obispos involucrados en esto. Recen por el Arzobispo Viganó que se está escondiendo para no sentir la venganza del Vaticano por decir la verdad. Recen por la Iglesia, por los millones de personas que van a ser engañadas en esta guerra.
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