Thursday, December 5, 2019

Aniversario del Novus Ordo, parte 1

Misa de Rorate Caeli
     Yo sigo un blog en ingles que se llama Rorate Caeli, que quiere decir "que descienda el rocío" o "que los cielos den su rocío." Hoy les comparto parte de un artículo sobre la liturgia tradicional y la liturgia nueva (1970). Sobre la frase "Rorate Caeli," hay una Misa celebrada cada año en tiempos del Adviento, muy en la mañana, a pura vela, que se llama "la Misa Rorate Caeli". De hecho vamos a tener una Misa Rorate Caeli el día 14 de diciembre a las 6:30am en la iglesia de San Lucas. Están invitados!
     Bueno, en el artículo de Rorate Caeli, el autor, el Dr. Peter Kwasniewski, escribe sobre el aniversario de la Misa nueva de 1970. Sólo voy a traducir una parte, y si leen en ingles, aquí esta el enlace. La idea de este artículo es de delinear cuáles son los elementos fijos y perpetuos de las plegarias eucarísticas en la historia de la Iglesia.
     AVISO: este artículo es muy denso y utiliza muchas palabras teológicas que a veces son difíciles para entender. Aquí pongo algunos ejemplos de esas palabras con sus definiciones.
- ad orientem: quiere decir celebrar la Misa orientado hacia el este, donde sale el sol, porque el sol que nace de lo alto representa a Cristo resucitado de entre los muertos, que trae la luz al mundo. Simbólicamente, quiere decir también que el padre tiene "su espalda hacia la gente," o más bien, en la misma dirección que toda la gente. El sacerdote en la Misa representa a Cristo, guiando a la gente hacia el cielo. Desde el principio de la Iglesia, los sacerdotes siempre han celebrado de esta manera.
Patriarcas Ortodoxos Católicos
- Oriente y Occidente: Oriente se refiere a las iglesia católicas en el oriente, como la iglesia bizantina por ejemplo. Son católicos, 100%, pero su rito es un poco diferente que nuestros ritos. Occidente se refiere a los ritos, como el rito romano a que pertenecemos nosotros, en el oeste del mundo.
- anáfora: la palabra en griego para "plegaria eucarística," que es la oración de consagración en la Misa. Para ser Misa válida, normalmente se necesita una anáfora valida.

     Ahora parte 1 del artículo.
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     "Lo que encontramos en todos los ritos litúrgicos apostólicos a medida que se desarrollan con el tiempo es lo que debe ser reconocido como, ya sea explícita o implícitamente, 'siempre, en todas partes y por todos.' Algunos pocos elementos son explícitos desde el principio, como el uso de pan y vino como materia para la Eucaristía. Otros elementos emergen en el transcurso de los siglos, pero una vez que han surgido, se retienen siempre y en todas partes y por todos desde ese punto en adelante, es decir, se los trata con el mismo respeto reverencias que los elementos originales. 
     Indudablemente, uno podría hacer una larga lista de tales elementos, pero aquí, en interés del tiempo, me gustaría señalar ocho elementos particularmente importantes.
Ad orientem
     1. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, celebran los misterios sagrados con el sacerdote y la gente mirando hacia el este, o en la frase común, ad orientem. San Basilio Magno, uno de los Padres Capadocios y una autoridad patrística preeminente, identifica esta práctica como una costumbre transmitida por los Apóstoles; San Juan Damasceno, una figura imponente en la teología griega, lo defiende con el testimonio de ambos Testamentos.
     2. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, utilizan una anáfora antigua y fija (con esto quiero decir 'oración eucarística') o, si tienen más de una (como los ritos orientales), especifique qué anáfora se utilizará para cuáles días o estaciones del año litúrgico.
     3. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, emplean un ofertorio elaborado por el cual la finalidad sacrificial del pan y el vino está claramente indicada. En el rito bizantino, esto sucede en parte antes del comienzo público de la liturgia, mientras el sacerdote prepara la prósfora; en los ritos occidentales, como el romano y el ambrosiano, el ofertorio encuentra su lugar durante la liturgia, generalmente justo antes del comienzo de la anáfora.
     4. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, tratan al Santísimo Sacramento con la mayor veneración. Sólo el clero maneja las ofrendas consagradas. Los laicos reciben directamente en la boca del clero. Las partículas se recogen cuidadosamente y se consumen. Los abundantes signos de adoración nunca están ausentes. Los vasos se limpian completamente. 
     5. Toas las liturgias, Oriente y Occidente, están estructuradas jerárquicamente: los roles de obispo, sacerdote, diácono, subdiácono, lector, acólito, etc., están claramente delineados. Solo los hombres sirven en estos roles, ya que son todos modos de ejercer el sacerdocio real de Cristo en la carne. Los fieles presentes también tienen su papel, que no debe confundirse con el de ninguno de los ministros. Además, los ministros realizan muchas de sus tareas separadas simultáneamente, porque algunos textos y acciones no deben ser vistos ni escuchados por la gente.
     6. Siguiendo con el último punto, todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, están diseñadas y hacen un uso expresivo de los edificios de la iglesia en los que el santuario, que representa el Lugar Santísimo y la Iglesia Triunfante, está claramente separado de la nave, lo que representa este mundo y la Iglesia Militante. Solo ciertos individuos, correctamente investidos, pueden ingresar al santuario durante la liturgia. La teología cristiana se articula así en la arquitectura misma, especialmente a través del uso de barreras, puertas e imágenes de santos.
Dense cuenta de la separación entre el altar y la gente.
     7. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, cantan textos litúrgicos de acuerdo con melodías antiguas que crecieron con esos textos como su 'vestimenta musical'; en el Occidente, esto sería un gusto gregoriano. Además, se establecen oraciones fijas (ya sea cantadas o habladas) y antífonas adecuadas para casi todos los días del año de la Iglesia; cuando se elige una Misa votiva, su contenido se articula en su totalidad. Estas antífonas y oraciones cubren, con total honestidad e integridad, toda la doctrina y las creencias cristianas, sin barrer ningún asunto incómodo debajo de la alfombra. De esta manera, la liturgia hablará a menudo de la fragilidad humana, el pasado, la concupiscencia, nuestra necesidad de la gracia divina para ser salvados, el peligro de la condenación, nuestra necesidad de resistir demonios e infieles, nuestro llamado a convertir a los paganos, el mal de la herejía, y el cisma, el bien del ayuno, la abstinencia y la castidad, la primacía de los bienes celestiales y espirituales sobre los temporales y terrenales, el reinado de Cristo sobre los estados y las sociedades, y otros temas similares, todos los cuales son prominentes en el misal tradicional. Los leccionarios siguen las mismas reglas: un leccionario anual (de un año) contiene lecturas establecidas desde hace mucho tiempo, destinadas a ser cantadas, elegidas por su idoneidad litúrgica y sin temor de abordar la paradoja de los mortales débiles y errantes llamados al ascetismo y la divinización. 
     8. Todas las liturgias tradicionales, Oriente y Occidente, se llevan a cabo en un modo lingüístico elevado, ya sea que implique el uso de un idioma hierático antiguo como el griego bizantino, el latín cristiano o el eslavo eclesiástico, o el uso de imágenes floridas y frases inusuales, como se encuentra en las formas vernáculas de los ritos orientales. En cualquier caso, la repetición ritualizada y numéricamente significativa es un componente clave.

     Y, como una especia de meta-principio, todos los elementos anteriores son vistos y tratados como requisitos, no como opciones dejadas a la discreción pastoral o la elección momentánea de un celebrante o cualquier otra persona. En la adoración cristiana auténtica, uno debe ofrecer el sacrificio sagrado frente al este litúrgico; uno debe usar una anáfora fija; uno debe llevar a cabo un ofertorio oblativo y significar inequívocamente la intención de ofrecer a la Víctima Divina; uno debe manejar, consumir y distribuir el Santísimo Sacramento con la mayor veneración, observando las distinciones ontológicas entre clérigos y no clérigos y entre hombres y mujeres; uno debe respetar el paralelismo mutuo de la liturgia, la teología y la arquitectura; y uno debe decir o cantar las antífonas, oraciones, y lecturas dictadas por el rito, que juntas constituyen una expresión madura y rica de dogma y devoción.
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     Les enfatizo, hermanos, que nosotros no podemos "inventar" una liturgia, aunque tenga todos los elementos mencionados arriba. Recibimos la liturgia de la Iglesia, de las manos de los apóstoles, y de una forma natural, esa liturgia crece. No se disminuye. Entramos en la liturgia humildemente.
     Desafortunadamente mucha gente no se da cuenta de la importancia de nuestras tradiciones y las explicaciones teológicas. Para muchas personas, la religión es solamente una expresión grupal de sentimientos y espiritualidades privados. En la segunda parte de este artículo, vamos a ver si la nueva Misa sigue los elementos básicos de las anáforas válidas. Qué nosotros sigamos siempre en el estudio de nuestra liturgia para entregarle al Señor lo que Él quiere de sus hijos.

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