Monday, March 30, 2020

Párroco de Todas las Almas

   Mientras todo el mundo empezó a sentir los efectos del Coronavirus y cerrar las puertas de trabajo y de casa, de comprar gel de alcohol, y todo el papel de baño que podía encontrar, el Arzobispo me nombró párroco (administrador) de la Iglesia de Todas las Almas en Overland. Ya anunció las noticias que la Iglesia de Santa Trinidad va estar cerrada pronto; pues parte de mi nuevo trabajo va a ser de dar la bienvenida a la gente de esa parroquia e incorporarla aquí en Todas Almas. Va a ser un cambio grande para la gente de las dos comunidades. Mañana, el 31 de marzo, es mi primer día como párroco, entonces les pido oraciones, para que haga un trabajo bueno en el Santo Nombre de Jesús.
     Estoy eternamente agradecido a todas las personas que me apoyaron durante este tiempo de siete meses desde que me fui de Santa Cecilia. Siempre voy a rezar por esa comunidad, tan preciosa para mí. Gracias en particular les quiero dar a las personas que me acompañaron en la novena al Perpetuo Socorro. Que nuestra Madre les pague con su protección maternal.
     Pronto--no sé exactamente cuando todavía, por el virus infernal--vamos a empezar el nuevo ministerio hispano aquí en Todas Almas. Me pueden visitar aquí cuando ya salgamos de este tiempo de prueba. Pidiendo muchas bendiciones de Dios sobre ustedes, yo soy

Sinceramente Suyo en Cristo,
Padre Antonio Ochoa
Administrador de la Parroquia de Todas Almas

María, Nuestra Madre y Reina de Todas las Almas, Nuestro Perpetuo Socorro, ¡ruega por nosotros!

La Semana Santa - 05 abril 2020 a 12 abril 2020

     Queridos hermanos y hermanas, todavía seguimos en este tiempo de aislamiento por el coronavirus. Anticipando la cancelación de las Misas y otras liturgias publicas para la Semana Santa y de la semana de la Pascua, quiero darles un idea de las Misas y celebraciones que voy a tener aquí en la iglesia. Todas las Misas van a ser de la Misa Tradicional, con las lecturas en español y la homilía también en español.
     Para el domingo de ramos, ustedes pueden usar ramos de otros árboles porque no habrá ramos de palma para entregar. De todos modos ustedes pueden conectarse con la Misa de esa manera. También para el sábado de Gloria, ustedes pueden usar cirios o velas para acompañar en la proclamación del Exsultet y en la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales.


HORARIO DE MISAS Y LITURGIAS

Aquí un pequeño cambio, hermanos. Porque tengo que estar en el templo para confesar a la gente a las 8, voy a celebrar la Misa del DOMINGO DE RAMOS y la Misa del DOMINGO DE LA PASCUA a las 7am SIN MEDITACIÓN. El resto del horario sigue igual.
Domingo de Ramos (05 abril 2020)
     7am - Meditación y Misa sencilla (sin bendición de palmas)
     10:30am - Misa (con bendición de palmas y procesión)
     5pm - Vísperas y Misa sencilla (sin bendición de ramos)

Lunes de la Semana Santa (06 abril)
     7am - Meditación y Misa
     6:30pm - Rosario y Misa
 
Martes de la Semana Santa (07 abril)
     7am - Meditación y Misa
     6:30pm - Rosario y Misa

Miércoles de la Semana Santa (08 abril)
     7am - Meditación y Misa
     6:30pm - Rosario y Misa

TRIDUO PASCUAL-----
Jueves Santo (09 abril)
     5am - el Oficio de las Mañanitas del Jueves Santo, las Lamentaciones de Jeremías
     6:30pm - Vísperas y Misa de la Cena del Señor

Viernes Santo (10 abril)
     5am - el Oficio de las Mañanitas del Viernes Santo
     12pm - Viacrucis del Señor
     3pm - Liturgia del Viernes Santo

Sábado de Gloria (11 abril)
     5am - el Oficio de las Mañanitas del Sábado de Gloria
     8pm - Misa de la Vigilia Pascual

Domingo de la Pascua (12 abril)
     7am - Meditación y Misa
     10:30am - Misa
     5pm - Vísperas y Misa

Sunday, March 29, 2020

Novena al Perpetuo Socorro - Día Noveno

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: María, señal de esperanza, consuelo y perpetuo socorro del cristiano.
     La Madre de Jesús glorificada en cuerpo y alma, como vive hoy con el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, es imagen de la Iglesia, de la que todos los bautizados formamos parte. Mientras llega el día del Señor, ella será signo de esperanza y consuelo para todos quienes la aman y la reconocen como Madre.
     Jesús alguna vez dijo que no bastaba con llamarlo "Señor, Señor," sino que era necesario practicar sus enseñanzas. Igualmente, nuestra Madre del Perpetuo Socorro espera que no sólo nos acordemos de ella cuando tengamos una necesidad, sino que procuremos vivir como hermanos y convertirnos nosotros mismos en perpetuo socorro de los que más necesitan nuestra ayuda. (petición)

Jaculatoria: ¡Oh María, no permitas que me olvide que siempre serás para mí, Madre del Perpetuo Socorro!

Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                       
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Oración de una madre
     ¡Madre mía, socorre a mis hijos! Que esta palabra sea el grito de mi corazón desde la aurora.
    ¡Oh María, que tu bendición los acompañe, los guarde, los defienda, los anime, los sostenga en todas sus partes. Cuando en la noche se dispongan al descanso a fin de continuar con nuevo fervor al día siguiente su camino hacia la eterna Patria! ¡Madre mía, socorre a mis hijos! Que tu bendición, Madre mía, descienda sobre ellos en el trabajo, en el descanso, en la salud y en la enfermedad, que en la vida y en la muerte y que ésta no sea repentina, ni por toda una eternidad. Así sea.

Oración final
     Santísima Virgen del Perpetuo Socorro, Madre mía amantísima y esperanza mía, yo me acojo a tu protección, no permitas que hoy ni jamás ofenda a tu Divino Hijo Jesús, y dame siempre tu bendición. Amén.

Saturday, March 28, 2020

Novena al Perpetuo Socorro - Octavo Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: María es proclamada reina universal
     Al término de su vida, María, la Virgen Inmaculada es llevada a la casa del Padre, por su Hijo Resucitado, para ser proclamada como Reina Universal.
     Esta gracia que Dios le concede la convierte para siempre en poderosa intercesora de todos sus hijos en la lucha diaria por seguir a Jesús.
     También nosotros la proclamamos como nuestra reina y señora, Madre del Perpetuo Socorro. Sus hijos que peregrinamos y esperamos llegar a la casa del Padre, a pesar de ser pecadores, creemos y confiamos en que por su intercesión, Jesús nos permitirá estar en su compañía portada la eternidad. (petición)

Jaculatoria: ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, ruega por mí, ahora y en la hora de mi muerte!

     Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                         
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Friday, March 27, 2020

Bendición Extraordinario "Urbi et Orbi"

     Hoy el papa Bergoglio dio una bendición que se llama Urbi et Orbi, que quiere decir: "Aquí [en Roma] y a todo el mundo." Los papas, en la gran historia de la Iglesia, han dado esta bendición muchas y muchas veces. Hoy el papa la hizo sin ninguna persona presente en la Plaza de san Pedro. Aquí está el mensaje:
http://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2020/documents/papa-francesco_20200327_omelia-epidemia.html









Y aquí el video:

Novena al Perpetuo Socorro - Séptimo Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: María, socorro y mediadora de todas las gracias.
     María no ha dejado su misión salvadora. Con amor de Madre, cuida de los hermosos de su Hijo, que se hallan en peligro y ansiedad, para llevarlos a la Patria eterna. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada por toda la Iglesia como abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. La Iglesia reconoce esta función de María y la recomienda a todos los fieles, para que, apoyados en su protección maternal, se unan el único mediador y salvador, Jesucristo, el Señor.
     Nada puede darle tanto gozo a María como la gracia de que todos los cristianos reconozcamos a su Hijo como nuestro Salvador y Señor. Seguramente, ella está pidiendo esta gracia para cada uno de nosotros. (petición)

Jaculatoria: ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, en todas mis tribulaciones y miserias, ven en mi auxilio como Madre de bondad!

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                         
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Thursday, March 26, 2020

La Semana de la Pasión

     En el calendario antiguo de la Iglesia--es decir, en el calendario tradicional--se mantiene otros tiempos, fiestas, y observaciones. Más o menos se corresponden los dos calendarios, pero existen algunas diferencias que, de vez en cuando, me gusta explicar.
     Una de esas diferencias es la Semana de la Pasión, que es la semana antes de la Semana Santa. Todos los católicos conocemos la existencia de la Semana Santa, que empieza el Domingo de Ramos, incluye el Jueves Santo, Viernes Santo, y el Sábado de Gloria, y termina, ocho días después, con el día de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Pero por muchos años antes, observábamos también la Semana de la Pasión, en que la Iglesia conmemora la antipatía de los judíos en contra de Jesús, que lo acusan de brujerías y blasfemias. Durante esta semana, que empieza este domingo, el 29 de marzo, hay algunos cambios que se nota.
     Primero, y bajo circunstancias normales, se cubren las estatuas del templo. Los que son de santa Cecilia ya han visto esa costumbre, aunque la mayoría de las iglesias no utilizan esta práctica de cubrir las estatuas con velos morados. La idea es que la Iglesia, en cierto sentido, está ya a punto de entrar en la muerte con Jesús. Algunas personas hacen esto también en la casa. Es tiempo para meternos otra vez en las aguas bautismales, para salir el día de la Pascua renovados y purificados.
     Segundo, en la Misa Tradicional en latín, el padre omite el Salmo 42 (Júdica me) desde el domingo de la Pasión hasta el día Jueves Santo. Además, el padre no dice ya el Gloria Patri cuando lee la antífona de entrada y cuando lava las manos.
     Finalmente, van a notar un tono más fuerte y agresivo de las lecturas. Parece que Jesús no se va a escapar de los planes de los enemigos. ¡Pero Cristo no se quiere escapar! Por eso vino y por eso acepta la traición y la condenación.
     "Tomaron entonces piedras para lanzárselas; mas Jesús se escondió y salió del Templo." (Jn 8:59) Estas palabras, a la vez dulces y trágicas, nos recuerdan que el tiempo ya está cerca. ¡Que nuestra Madre Santísima, Madre de Todas las Almas y nuestro Perpetuo Socorro, nos acompañe durante este tiempo de la Pasión!

Novena al Perpetuo Socorro - Sexto Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: Mujer, allí tienes a tus hijos.
     Santísima Virgen, con el corazón traspasado de dolor, acompañó a su Hijo hasta la cruz. Este fue el precio por nuestra salvación. Antes de morir, Jesús al ver a su Madre y al discípulo que tanto quería le dijo: "Mujer allí tienes a tu Hijo." Estas palabras la convierten en Madre de todos los hombres, representados en San Juan, que la recibe en su casa.
     Nosotros la hemos recibido amorosamente en nuestra casa como María del Perpetuo Socorro. En ella, tan cercana a su Hijo, hemos puesto nuestra esperanza. No olvidemos lo que tubo que pagar para que pudiéramos ser hijos de Dios. (oración)

Jaculatoria
     ¡Madre del Perpetuo Socorro, acuérdate que en la cruz, te nombró tu Hijo Jesús, Madre de los pecadores!

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                           
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Novena al Perpetuo Socorro - Quinto Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: la más fiel discípula de Jesús fue su Madre María.
     Todo el tiempo que Jesús predicó, María estuvo presente a su lado, escuchando las palabras con que su Hijo anunciaba el reino de Dios. Fue la más fiel discípula de Jesús. En una ocasión el Señor dijo a la gente que por encima del parentesco, su Madre merecía ser llamada bienaventurada porque supo escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica.
     Todo lo que pida María a su Hijo para nosotros nos lo concederá. Seguramente lo primero que le pedirá es que nos acerquemos a Él para escuchar su palabra y ponerla en práctica. Así seremos como ella, felices y bienaventurados. (petición)

Jaculatoria
     Madre Santísima del Perpetuo Socorro, haz que yo merezca ser llamado Hijo de Dios.


           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                           
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Tuesday, March 24, 2020

Novena al Perpetuo Socorro - Cuarto Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: "Hagan como Él les diga."
     Jesús aparece desde el primer momento de su vida pública acompañado de su Madre. En las bodas de Caná, María, compadecida por la vergüenza que podrían sufrir los novios por no tener suficiente vino para la fiesta, le pide a su Hijo Jesús, que remedie la situación, y ordena a los sirvientes: "Hagan lo que él les diga." Así María, con su intercesión, hace que el Señor comience los milagros que lo acompañaron durante toda su vida pública.
     El corazón de María, como Madre que es, está pendiente de las necesidades de sus hijos, aún cuando no se lo pidan; mucho más para aquellos que recurren a ella como Perpetuo Socorro en las situaciones difíciles de la vida. Sólo nos pide estar atentos a Jesús, para hacer lo que él nos diga. (petición)

Jaculatoria
     ¡Madre del Perpetuo Socorro, haz que siempre esté dispuesto a hacer lo que tu hijo pida de mí!

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                           
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Monday, March 23, 2020

Novena al Perpetuo Socorro - Tercer Día

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Consideración: Dichosa y fiel la que creyó
     Cuando María supo que su anciana prima esperaba también un hijo, se puso en camino para visitarla y brindarle su apoyo. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre y llena del Espíritu Santo exclamó: "¡Dichosa tú que has creído!, ¿quién soy yo para que me visite madre de mi Señor?"
     La fe de María iba creciendo calladamente. Aún cuando no comprendía todo lo que pasaba a su alrededor, su fe en Dios era firme. Por eso mereció el título de "dichosa y feliz."
     Ella nos enseña como tener fe ante las circunstancias de la vida, para encontrar en ellas mensajes de Dios. (petición)


Oración para todos los días a nuestra Señora del Perpetuo Socorro
     ¡Oh Virgen dulcísima, que para darnos confianza ilimitada tomaste el hermoso nombre de Madre del Perpetuo Socorro! Te suplicamos que nos socorras en todo momento y lugar: en nuestras tentaciones, después de nuestras caídas, y sobre todo, en el trance de la muerte, para que acudiendo siempre a ti, como a la más cariñosa de las madres, podamos alabarte y bendecirte en el cielo, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria
     Virgen del Perpetuo Socorro: que tu nombre jamás se aparte de nuestros labios ni se aleje de nuestro corazón.

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                             
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Sunday, March 22, 2020

Novena al Perpetuo Socorro - Segundo Día


Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Segundo día
     María enriquecida por Dios con todos los dones, como la más grande de los santos, es saludada por el ángel como la "llena de gracia". Ella, que sobresale entre todos los humildes y pobres del Señor, responde al mensajero celestial: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra."
     El amor tan grande que María tenía por Dios, la hizo siempre fiel y atenta a lo que el Señor pedía de ella, sintiéndose la más humilde y pequeña de todas las criaturas.
     Ella espera de nosotros ese mismo amor y confianza en Dios, nuestro Padre, y para lograrlo, se presenta a nosotros como nuestro Perpetuo Socorro para quien lo solicite. (petición)

Oración para todos los días a nuestra Señora del Perpetuo Socorro
     ¡Oh Virgen dulcísima, que para darnos confianza ilimitada tomaste el hermoso nombre de Madre del Perpetuo Socorro! Te suplicamos que nos socorras en todo momento y lugar: en nuestras tentaciones, después de nuestras caídas, y sobre todo, en el trance de la muerte, para que acudiendo siempre a ti, como a la más cariñosa de las madres, podamos alabarte y bendecirte en el cielo, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria
     Virgen del Perpetuo Socorro: que tu nombre jamás se aparte de nuestros labios ni se aleje de nuestro corazón.

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                             
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.   

Lectura De San Pedro - parte 15

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro - (3:1-18)

1 Queridos hermanos esta es la segunda carta que les escribo. En las dos les he recomendado algunas cosas, para que tengan un criterio exacto.
2 No olviden lo que ha sido anunciado por los santos profetas, así como tampoco el mandamiento del Señor Salvador, que los Apóstoles les han transmitido.
     Son las últimas palabras que tenemos de san Pedro, porque pronto va a ser ejecutado bajo las persecuciones romanas. Quiere dejar muy bien la importancia de la carta presente y de su mensaje principal. Este último capítulo, San Pedro conecta el trabajo de los apóstoles con el de los profetas, una conexión importante para entender la validez de la Iglesia.

3 Sepan, en primer lugar, que en los últimos días vendrán hombres burlones y llenos de sarcasmo, que viven de acuerdo con sus pasiones,
4 y que dirán: "¿Dónde está la promesa de su Venida? Nuestros padres han muerto y todo sigue como al principio de la creación?"
5 Al afirmar esto, ellos no tienen en cuenta que hace mucho tiempo hubo un cielo, y también una tierra brotada del agua que tomó consistencia en medio de las aguas por la palabra de Dios.
6 A causa de esas aguas, el mundo de entonces pereció sumergido por el diluvio.
7 Esa misma palabra de Dios ha reservado el cielo y la tierra de ahora para purificarlos por el fuego en el día del Juicio y de la perdición de los impíos.
     Un tema importantísimo de la carta es el cuidado que necesitan tener con los falsos profetas, infieles proclamadores de un mensaje chueco y mentiroso. Todavía la primera generación de los fieles viven, y ya encontramos la confusión y el error. No nos debe sorprender, entonces, que es la realidad en nuestros tiempos también. 
     Queremos que Jesús venga de nuevo para juzgar a vivos y muertos, y para establecer su Reino por los siglos de los siglos; en la Misa proclamamos eso: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección; ven Señor, ven Señor Jesús! El último juicio será un día terrible para los impíos, y un día glorioso para los fieles. Los que dudan y los que creen van a ver la realidad, pero los unos para su condenación y los otros para su alegría. Tengan paciencia, pues, con los que se burlan de la "tardanza" de Dios en llegar; pero debemos estar 

8 Pero ustedes, queridos hermanos, no deben ignorar que, delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día.
9 El Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.
10 Sin embargo, el Día del Señor llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida.
11 Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes,
12 esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego.
13 Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia.
     Es casi imposible para nosotros pensar en la existencia sin limites de tiempo. Para nosotros, la existencia y el tiempo van juntos: pasando los años, entendemos que nuestra existencia paso a paso se retrocede en este mundo. ¿Cómo va a ser la eternidad? Solo podemos imaginar, pero con conceptos casi inteligibles. La frase "per ómnia sæcula sæculórum" se refiere a esta idea. Traducida como "por todos los siglos de los siglos," en español entendemos que se refiere solamente a tiempo, porque un siglo es un período de 100 años. Pero en latín, la palabra sæcula quiere decir "siglo" (o sea, una medida de tiempo) y "secular" (una medida de la tierra o del mundo). La idea es que Cristo es Dios en todos los tiempos--presente, pasado, futuro--y en todos lugar--en el cielo, en el purgatorio, en la tierra, y en el infierno. Dios es todo en todo, en todo momento, en todos lugares. Y respondemos, "Amén," porque creemos en eso. Y aunque este mundo se desintegre o se desaparezca, no cambia nada de la existencia, el poder, la autoridad de nuestro Dios.
     Por eso, la frase "esperando la venida del Día del Señor" no debe ser entendida solamente o estrictamente como algo que va a pasar "en poco tiempo". No, más bien quiere decir que, lo más unido uno es a Cristo, también lo mas cerca está la persona a la gloria. Es urgente, entonces, que todos abracen a Cristo con fe.

14 Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche.
15 Tengan en cuenta que la paciencia del Señor es para nuestra salvación, como les ha escrito nuestro hermano Pablo, conforme a la sabiduría que le ha sido dada,
16 y lo repite en todas las cartas donde trata este tema. En ells hay pasajes difíciles de entender, que algunas personas ignorantes e inestables interpretan torcidamente -como, por otra parte, lo hacen con el resto de la Escritura- para su propia perdición.
17 Hermanos míos, ustedes están prevenidos. Manténganse en guardia, no sea que, arrastrados por el extravío de los que hacen el mal, pierdan su firmeza.
18 Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad!
     La despedida de san Pedro tiene es sencilla, firme, cariñosa; él da toda la gloria a Dios, algo que va a hacer con su propia muerte un poco después del envío de esta carta. Empezó como un pobre pescador, viviendo en la Galilea, observando la ley de los judíos y haciendo su trabajo en la oscuridad. Un día, el Señor Jesús quería usar su barquito para predicar a las personas que le había seguido a la costa del mar, donde Pedro y los otros pescadores limpiaban las redes. Después del milagro hecho en esa ocasión, Pedro siguió a Cristo personalmente por los tres años del ministerio público de Jesús; luego, movido por la inspiración del Espíritu Santo, declaró que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios Padre. Recibió el Espíritu Santo el día del Pentecostés, y así el Espíritu lo seguía guiando por el resto de la vida. Lo llevó a Roma, al capital del mundo, para establecer allí la Iglesia. Ahora, en sus últimos días, después de una vida completamente entregada al servicio de Cristo, nos invita a crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor Jesucristo. Y termina con las palabras, tal vez el grito que luego hizo desde la cruz: ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad! Y solo podemos responder: Amén. Que sea nuestra "Amén" una declaración auténtica como la de san Pedro. 

Indulgencias Especiales Durante la Pandemia

Del Penitenciario Apostólico del Vaticano:

Decreto de la Penitenciaría Apostólica relativo a la concesión de indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de pandemia, 20.3.2020

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA
DECRETO

     Se concede el don de Indulgencias especiales a los fieles que sufren la enfermedad de Covid-19, comúnmente conocida como Coronavirus, así como a los trabajadores de la salud, a los familiares y a todos aquellos que, en cualquier calidad, los cuidan.

     "Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración" (Rom 12:12). Las palabras escritas por San Pablo a la Iglesia de Roma resuenan a lo largo de toda la historia de la Iglesia y orientan el juicio de los fieles antes cada sufrimiento, enfermedad y calamidad.
     El momento actual que atraviesa la humanidad entera, amenazada por una enfermedad invisible e insidiosa, que desde hace tiempo ha entrado con prepotencia a formar parte de la vida de todos, está jalonado día tras día por angustiosos temores, nuevas incertidumbres, y sobre todo, por un sufrimiento físico y moral generalizado
[...]
     Se concede la Indulgencia plenaria a los fieles enfermos de Coronavirus, sujetos a cuarentena por orden de la autoridad sanitaria en los hospitales o en sus propias casas si, con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen espiritualmente a través de los medios de comunicación a la celebración de la Santa Misa, al rezo del Santo Rosario, a la práctica piadosa del Vía Crucis, u otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María, ofreciendo esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea posible.
[...]
     Esta Penitenciaría Apostólica, además, concede de buen grado, en las mismas condiciones, la Indulgencia Plenaria con ocasión de la actual epidemia mundial, también a aquellos fieles que ofrezcan la visita al Santísimo Sacramento, o la Adoración Eucarística, o la lectura de la Sagrada Escritura durante al menos media hora, o el rezo del Santo Rosario, o el ejercicio piadoso del Vía Crucis, o el rezo de la corona de la Divina Misericordia, para implorar a Dios Todopoderoso el fin de la epidemia, el alivio de los afligidos y la salvación eterna de los que el Señor ha llamado a sí.
   

     Entonces, hermanos, tenemos oportunidades para ganar indulgencias para nosotros mismos y para todas las almas del Purgatorio. La primera indulgencia se refiere explícitamente "a los enfermos de Coronavirus," y no a cualquier persona. La segunda indulgencia se refiere a todos los fieles. De hecho, estas prácticas devocionales siempre están allí para nosotros; o sea, las prácticas de la adoración del Santísimo, la lectura de la Sagrada Escritura por media hora, el rezo del Rosario (en familia o en público), son prácticas indulgenciadas (siempre llevan la indulgencia). Pero por el momento, algunas prácticas están restringidas por el aislamiento obligatorio. Intenten, lo más posible, participar conmigo en algunas de estas prácticas que quiero poner en línea en los siguientes meses.

Estación de la Santa Cruz en Jerusalén

     Cada día durante el tiempo de la Cuaresma, la Iglesia observa diferentes estaciones, o santos templos. Tradicionalmente, el papa visitaba a los varios templos de Roma, cuando era un poco más fácil ir caminando o viajando en barca. Hoy, el cuarto domingo de la Cuaresma, el papa visitaba a la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén. Este templo es interesante por varias razones, en particular, porque es donde Santa Elena, regresando de la Tierra Santa, depositó las reliquias de la Pasión que habían encontrado en Jerusalén. Entre esas reliquias hay: unas espinas de la Corona, fragmentos de la Santa Cruz, uno de los clavos de la Crucifixión, fragmentos de la columna de la Flagelación, y el títulus, o el letrero, que pusieron los soldados sobre la cabeza de Cristo, que dice en latín, griego, y hebreo: JESÚS de NAZARET, REY de los JUDÍOS.
     La Basílica celebra el día estacional con Misa, celebrada por uno de los cardenales, y de vez en cuando, por el mismo Papa. Las reliquias de la Pasión están expuestas para la veneración de la gente. Nos recuerdan que los eventos de la vida de Cristo no solo están en la Biblia, sino en la memoria y en la realidad física. ¡Tenemos muchas de las reliquias! ¿Cómo se sentirían, por ejemplo, mirar el títulus con la condenación de Jesús, con sus propios ojos; a ese letrero de oprobio que también nuestra Madre contemplaba?
     Una de las cosas que mucha gente no sabe de nuestra liturgia es que está muy asociada con las costumbres y los lugares de Roma. Así que, no apreciamos a Roma simplemente porque el papa vive allí, no solamente porque San Pedro y San Pablo murieron allí; la apreciamos porque le da profundidad y carácter romano a nuestro culto divino y a nuestra práctica de la fe. Las letanías, las canciones, el canto gregoriano, las vestimentas, los gestos, las procesiones, las estaciones... todo tiene un ritmo y una vida que son de Roma. Estamos conectados con el centro de la cristiandad por medio de la misma liturgia, que nos da conexión al Cielo.
     Hoy es, como ya dije, el cuarto domingo de la Cuaresma, también conocido como Domingo de Lætáre, o sea, Domingo de Alegría (literalmente: domingo de Alégrate). Toma su nombre por la primera palabra de la Antífona de Entrada (Introitus): Lætáre Jerúsalem: et convéntum fácite omnes qui dilígitis eam: guadéte cum lætítia, qui in tristítia fuistis... (Alégrate, Jerusalén, y regocíjense con ella, todos los que la aman; gócense los que estaban tristes...) Pero, ¿cómo amos a estar alegres en medio de Cuaresma, en medio del sufrimiento actual, en pensar en el sufrimiento de Cristo? Pues nos sirve como una pausa en las observancias cuaresmales y cómo momento de dar ánimos a los seguidores de Cristo, que somos, para esperar en la Resurrección que pasará después de la muerte del Cordero de Dios.
     Siguiendo la costumbre de meditar por una semana los misterios dolorosos del Santo Rosario, hoy empieza la consideración del cuarto misterio: Cristo carga con su Cruz. (Te adoramos, Señor, y te bendecimos... porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.) El Señor ya está humillado y escupido y golpeado, muchas veces por nuestros pecados. Y ahora nuestro Dios y Señor Jesucristo tiene que cargar la Cruz. Nosotros espontáneamente nos apresuramos para ayudarle al Señor. Como Simón de Cirene, reconocemos que estamos llamados a "levantar nuestra cruz de cada día" y seguirle a Cristo. La levantamos como expiación por nuestros propios pecados; como reparación por los pecados de todo el mundo; como expresión de amor, tan débil y frágil que sea.
     Hermanos: pensemos hoy en nuestros hermanos por todos lados del mundo, muchos sufriendo bajo el terror de la plaga y de la peste, especialmente en Italia. Estamos conectados con ellos por medio de la liturgia celestial. Caminemos con ellos este camino de sufrimiento y de amor. Que encontremos la alegría y recordar que Jesús verdaderamente se encarnó, murió, y resucitó. Caminemos esa ruta con los papas, sucesores de Pedro, a visitar espiritualmente a los que están esperando un poco de luz, y proclamemos, con todos los santos: "Alégrate, Jerusalén, y regocíjense con ella, todos los que la aman."

Saturday, March 21, 2020

Novena al Perpetuo Socorro

     Antier, hablé con el Arzobispo, y me informó que voy a empezar como párroco de la Iglesia de Todas Almas el día 30 de marzo. Hoy es el 21--ya estamos oficialmente en la temporada de la primavera--empiezo una novena a Nuestra Madre del Perpetuo Socorro, pidiéndole ayuda para este nuevo trabajo, y fuerza y amor para nuestro pequeño oratorio. Si me quieren acompañar en la novena, voy a poner las oraciones cada día aquí en el blog. (Gracias a Soco por los libritos de oraciones a la Virgen del Perpetuo Socorro.) Si no me pueden acompañar en la novena, por lo menos me hace el favor de rezar por mí, por la parroquia, y por el oratorio nuestro. ¡Gracias!

Novena de la Virgen del Perpetuo Socorro
     Delante de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se hace la señal de la Cruz. Antes de rezar la oración de cada día:

Me reconozco pecador
     Señor Jesús, mi salvador y redentor, reconozco el gran amor que me tienes, hasta haber dado tu vida por la mía. Me duele haberte ofendido; haber pecado contra ti y contra mi prójimo. Te ofrezco de ahora en adelante, con la ayuda de tu Santo Espíritu y la intercesión y perpetuo socorro de tu dulcísima Madre María Santísima, tratar de vivir como hijo tuyo. Amén.

Oración preparatoria para todos los días de la Novena
     Padre infinitamente sabio y misericordioso, que quisiste salvar a todos los hombres, enviando a tu Hijo Jesús, nacido de mujer, para que todos pudiéramos llegar a ser hijos tuyos, concédenos venerar a la gloriosa siempre Virgen María, Perpetuo Socorro de todos nosotros, sus hijos. Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Primer día
 Consideración: La muerte vino por Eva; la vida por María
     Desde las primeras páginas de la Biblia, donde se nos cuenta la historia de nuestra salvación aparece la mujer, Madre de nuestro Redentor y vencedora del mal. En ella se realiza la promesa de Dios, hecha a nuestros primeros padres, de enviarnos un salvador por medio de su encarnación, muerte, y Resurrección, nos devuelve la oportunidad de ser felices para siempre.
     El anhelo más grande de todo hombre o mujer es ser feliz, en esta vida y para siempre. Lo que con Eva perdimos, lo hemos recuperado en María. Ella es la esperanza y el perpetuo socorro de todos los que con filial afecto la invoquen. (petición)

Oración para todos los días a nuestra Señora del Perpetuo Socorro
     ¡Oh Virgen dulcísima, que para darnos confianza ilimitada tomaste el hermoso nombre de Madre del Perpetuo Socorro! Te suplicamos que nos socorras en todo momento y lugar: en nuestras tentaciones, después de nuestras caídas, y sobre todo, en el trance de la muerte, para que acudiendo siempre a ti, como a la más cariñosa de las madres, podamos alabarte y bendecirte en el cielo, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria
     Madre del Perpetuo Socorro, alcánzame el perdón de mis pecados y gracia para conocer más cada día a tu Hijo Jesús.

           Gozos
Socorro perpetuo eres
Ven pues te imploro
ven a mi socorro,
oh Madre de Bondad

Oye, Oh Virgen pura,
las súplicas fervorosas
que suben amorosas
a tu santo altar.

Manchado por culpa
la frente doblo y oro,
a tus pies imploro
clemencia y caridad.

Al alma descuidada,
libra de la tibieza,
y dale con presteza
fervor en la piedad.

En este triste valle
de padecer cansado,
de pido desdichado
consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
si mi virtud declina,
estrella matutina
mis fuerzas alienta.

A tu fiel devoto
del ánimo constante,
su paso vigilante
a la virtud guía.

En la postrera lucha
con la terrible muerte
feliz será mi suerte
si puedo exclamar.
                                               
En la prisión de fuego,
se dulce redentora,
mis penas, gran Señora,
dígnate aliviar.

Me sea permitido,
oh Madre tan querida,
por tierna despedida
cantemos sin cesar:
Ven a mi socorro
Madre de bondad.

Finalice rezando una Salve.                                         

Friday, March 20, 2020

Lectura de san Pedro - parte 14

Lectura de la Segunda Carta de san Pedro - (2:12-22)

12 Pero ellos, como animales irracionales, destinados por naturaleza a ser capturados y destruidos, hablan injuriosamente de lo que ignoran, y perecerán como esos mismos animales,
13 sufriendo así el castigo en pago de su iniquidad. Ellos se deleitan entregándose a la depravación en pleno día; son hombres viciosos y corrompidos, que se gozan en engañarlos mientras comen con ustedes.
14 Son seres malditos, cuyos ojos no pueden mirar a una mujer sin desearla; seres insaciables de pecado, que seducen a las almas débiles y cuyos corazones sólo conocen la codicia.
15 Ellos abandonaron el camino recto, extraviándose tras los pasos de Balaam, hijo de Bosor, que se dejó seducir por un salario injusto;
16 pero él encontró quien le reprochara su falta: un animal de carga pronunció palabras humanas y puso freno a la insensatez del profeta.
     San Pedro sigue con sus palabras fuertes en contra de los falsos profetas. Porque estos hombres fueron motivados exclusivamente por la avaricia y un deseo por el placer sensual, en realidad vivían como animales; su conducta denigrada, que San Pedro denuncia vigorosamente, debe servir como advertencia, porque la misma cosa nos puede pasar a los que dejan que las pasiones se dominen.
     "...el animal de carga pronunció palabras humanas..." Esto se refiere al libro de Números, cuando Dios inspiró a Balaam a bendecir al pueblo de Israel, y después, desobedeciendo al Señor, Balaam guió al pueblo a la idolatría y la fornicación (cf. Num 22-24; 31:16) 

17 Los que obran así son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán: a ellos les está reservada la densidad de las tinieblas.
18 Con sus palabras altisonantes y vacías, atraen, por medio de los deseos desenfrenados de la carne, a los que apenas acaban de librarse de los que viven en el error.
19 Les prometen la libertad, sino ellos mismos esclavos de la corrupción: porque uno es esclavo de aquello que lo domina.
     Las figuras de "fuentes sin agua," "nubes arrastradas por el huracán" se utilizan para describir que no tiene el efecto que uno pensaría. La vanidad y la hipocresía son características de los que tratan de justificarse en sus desviaciones morales y doctrinales.
     Es evidente que estos maestros falsos han convencido a muchos de abandonar el camino recto; se acaban de convertirse de sus pecados y ahora están guiados al pecado por los falsos profetas, que les hacen promesas de liberación, como si la liberación se pudiera encontrar en seguir a sus pasiones e instintos. Se están convirtiendo en esclavos del pecado: "Todo hombre que peca es esclavo del pecado." (Jn 8:34)
     La libertad cristiana fue ganada por Cristo en su muerte en cruz. Desde el principio, muchos no entendieron esta libertad, y los apóstoles tenían que corregir a los que se aprovechaban del mal entendimiento como pretexto para seguir pecando. Viviendo en la libertad de los hijos de Dios no quiere decir no obedecer la ley de Dios: de hecho, la ley de Cristo es la Ley Perfecta, la ley de la libertad. (Santiago 1:25) Por eso, es la nueva vida de gracia, fruto de la justificación, que nos hace libres. Por eso la esclavitud más profunda es la esclavitud al pecado. No se debe confundir la libertad con el libertinaje.

20 En efecto, si alguien se aleja de los vicios del mundo, por medio del conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, y después se deja enredar y dominar de nuevo por los vicios, su estado final llega a ser peor que el primer.
21 Más le hubiera valido no conocer el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que le fue transmitido.
22 En él se cumple lo que dice justamente el proverbio: El perro volvió a comer lo que había vomitado, y este otro: "La puerca recién lavada se revuelca en el barro."
     De repente pensamos en dos frases del evangelio. El primero es: "Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, al no encontrarlo, piensa, 'Volveré a mi casa, de donde salí.' Cuando llega, la encuentra vacía, barrida, y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; vienen y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra pero que al principio." (Mt 12:43-45) La segunda es: "Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar." (Mc 9:42) Tanto cree San Pedro en estas palabras y sentimientos de Cristo, y mira, ahora está en medio de la situación difícil de ver a los falsos profetas corromper a los inocentes.
     ¿Quién puede resistir el rechazo interior cuando piensa en un perro regresando a su vómito para comérselo? Pues es lo que pasa cada vez que nosotros regresamos al pecado después de haber arrepentido de ello. San Gregorio Magno escribe sobre eso: "Así, pues, la persona que llora por sus pecados pero no se aleja del mismo pecado es culpable de una falta mas grave: porque rechaza el perdón que puede haber recibido por el arrepentimiento, y luego se revuelve otra vez en el barro."

Thursday, March 19, 2020

Quemádmodum Deus - Pius IX

Queridos hermanos,
     Hoy la Iglesia Universal celebra 150 años desde que el Papa Pío IX declaró que san José es el Patrono de la Iglesia Católica. Debe ser para nosotros, que nos consagramos al patrocinio de san José el primer domingo de la Cuaresma, una festividad hermosa y grande, no sólo este año sino todos los años. Hoy deben comer pastel. Hoy es la Solemnidad de San José, Esposo de la Virgen María.

El Decreto del Papa Pío IX de 1870 que declaró a san José como Patrón de la Iglesia Católica.

     Como Dios designó a José, hijo del Patriarca Jacob, sobre toda la tierra de Egipto para almacenar maíz para el pueblo, así, cuando llegó la plenitud de los tiempos, y estaba a punto de enviar a la Tierra a su Hijo Unigénito, el Salvador del mundo, eligió a otro José, de quien el primero era una figura, y lo hizo Señor y Gobernador de su hogar y sus posesiones, el Guardián de Sus mayores Tesoros.
     Y José se casó con la Inmaculada Virgen María, de la cual nació por el Espíritu Santo, Jesucristo nuestro Señor, quien se dignó ser reconocido ante los hombres como el Hijo de José, y estaba sujeto a él. Y Aquel a quien tantos reyes y profetas deseaban ver, José no solo vio, sino con quien vivió, y abrazó con afecto paterno, y besó, y se alimentó generosamente; a Aquel a quien los fieles deberían recibir cuando el Pan baje del Cielo, para que puedan obtener la vida eterna.
     A causa de esta sublime dignidad que Dios confirió a Su Siervo más fiel, la Iglesia siempre ha honrado y alabado al beato José, después de su esposa, la Virgen Madre De Dios, y ha implorado su intercesión en todas sus grandes necesidades.
     Y ahora que en ese momento tan doloroso, la Iglesia misma está acosada por enemigos en todos lados y oprimida por grandes calamidades, de modo que los hombres impíos imaginan que las puertas del infierno prevalecen en su contra, los Venerables Prelados de todo el mundo católico presentaron al Soberano Pontífice sus propias peticiones y las de los fieles confiados a su cuidado, rezando para que él declare a San José el Patrono de la Iglesia Católica.
     Además, cuando en el Santo Concilio Ecuménico del Vaticano renovaron aún más fervientemente su petición y oración, Nuestro Santísimo Señor, Pío IX, Papa, movido por recientes eventos deplorables, se complació en cumplir con los deseos de los Prelados, y cometió, bajo el patrocinio más poderoso del Santo Patriarca José, tanto a Si mismo como a todos los fieles, y solemnemente lo declaró Patrono de la Iglesia Católica, y ordenó que su festival, que se celebra el 19 de marzo, se celebre como el doble de la primera clase, pero sin una octava a causa de la Cuaresma.
     Además ordenó que en este día, sagrado para la Virgen Inmaculada Madre de Dios y Esposa del Castísimo José, se publique una declaración a tal efecto en este presente Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos.

Dado el día 8 de diciembre de 1870.

Letanía de San José

     LITANIÆ SANCTI JOSEPH                                                     LETANÍAS de SAN JOSÉ

V. Kyrie eleison.  R/ Kyrie eleison.                                    V. Señor, ten piedad.  R/ Señor, ten piedad.
V. Christe eleison.  R/ Christe eleison.                             V. Cristo, ten piedad.  R/ Cristo, ten piedad.
V. Kyrie eleison.  R/ Kyrie eleison.                                    V. Señor, ten piedad.  R/ Señor, ten piedad.

V. Christe, áudi nos.  R/ Christe, áudi nos.                      V. Cristo, óyenos.  R/ Cristo, óyenos.
V. Christe, exáudi nos.  R/ Christe, exáudi nos.              V. Cristo, escúchanos. R. Cristo, escúchanos.

Pater de Cælis, Deus, miserére nobis.                              Padre del Cielo, Dios, ten piedad de nosotros.
Fili, Redémptor mundi, Deus, miserére nobis.              Hijo, Redentor del mundo, Dios,
Spíritus Sáncte, Deus, miserére nobis.                             Espíritu Santo, Dios,
Sancta Trínitas, unus Deus, miserére nobis.                  Santa Trinidad, un solo Dios,

Sancta Maria, ora pro nobis.                                               Santa María, ruega por nosotros.
Sancte Joseph,                                                                         San José,
Proles David ínclyta,                                                             Ilustre descendiente de David,
Lumen Patriarchárum,                                                         Luz de los Patriarcas,
Dei Genetrícis Spónsæ,                                                         Esposo de la Madre de Dios,
Custos pudíce Vírginis,                                                         Casto guardián de la Virgen,
Fílii Dei nutrície,                                                                     Padre nutricio del Hijo de Dios,
Christi defénsor sédule,                                                       Celoso defensor de Cristo,
Almæ Famíliæ præses,                                                         Jefe de la Sagrada Familia,
Joseph iustíssime,                                                                  José justísimo,
Joseph castíssime,                                                                  José castísimo,
Joseph prudentíssime,                                                          José prudentísimo,
Joseph fortíssime,                                                                  José valentísimo,
Joseph obœdientíssime,                                                       José obediente,
Joseph fidelíssime,                                                                 José fidelísimo,
Spéculum patiéntiæ,                                                             Espejo de paciencia,
Amator paupertátis,                                                              Amante de la pobreza,
Exemplar opíficum,                                                               Modelo de trabajadores,
Domésticæ vitu decus,                                                         Gloria de la vida doméstica,
Custos vírginum,                                                                    Custodio de vírgenes,
Familiárum colúmen,                                                            Sostén de las familias,
Solátium miserórum,                                                            Consuelo de los desgraciados,
Spes ægrotántium,                                                                Esperanza de los enfermos,
Patrone moriéntium,                                                             Patrón de los moribundos,
Terror dæmonum,                                                                 Terror de los demonios,
Protector sánctæ Ecclésiæ,                                                 Protector de la Santa Iglesia,

V. Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,                            V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
   R/ parce nobis, Dómine.                                                       R/ Perdónanos, Señor.
V. Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,                            V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
   R/ exáudi nos, Dómine.                                                        R/ Escúchanos, Señor.
V. Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,                            V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
   R/ miserére nobis.                                                                 R/ ten piedad de nosotros.

V. Constítuit eum dóminum domus suæ.                        V. Le estableció señor de su casa.
   R/ Et príncipem omnis possessiónis suæ.                     R/ Y jefe de toda su hacienda.

Oremus.                                                                                        Oremos.
Deus, qui in ineffábili providéntia                                        Oh Dios, que en tu inefable providencia,
beátum Joseph sanctíssimæ Genetrícis tuæ                      te dignaste elegir a San José por Esposo de
Spónsum eleigere dignátus es, præsta, quæsumus,        tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos,
ut quem protectórem venerámur in terris,                        que merezcamos tener por intercesor en el cielo
intercessórem habére mereámur in cælis:                        al que veneramos como protector en la tierra.
Qui vivis et régnas in sæcula sæculórum.                          Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amen.                                                                                       R/ Amén.

Wednesday, March 18, 2020

Tamerlán el Conquistador

     Entre 1370 y 1405, el conquistador Tamerlán, un noble musulmán de origen turco y mongol, conquistó ocho millones de kilómetros cuadrados de Eurasia. Era un hombre bastante cruel en sus conquistas y devastaba a muchas civilizaciones para obtener el territorio que quería.
     El historiador Paolo Giovio relata, en su Elgogia vivorum bellica virtute illustrium, que Tamerlán, en los primeros días después de sitiar una ciudad, exhibiría una bandera blanca como señal de perdón si todos se rendiría voluntariamente. Si no, en los días siguientes, su ejército habría ondeado banderas rojas, como señal de muerte, no para todos los habitantes de la ciudad, sino para los comandantes y soldados. Entonces, si la ciudad todavía era obstinada en su negativa a rendirse, Tamerlán dio órdenes de exhibir la bandera negra, como una señal de exterminio completo, sin distinción entre los culpables y los inocentes, y luego incendiaría toda la ciudad.
     La epidemia del coronavirus, que se ha desatado en el mundo en solo unas pocas semanas, recuerda la bandera blanca de Tamerlán. Parece ser la primera advertencia de un terrible castigo que se avecina sobre la humanidad, pero que aún podría ser frustrado. Los expertos estudian números y formulan las hipótesis más variadas. La curva epidémica puede caer o aumentar. Después del verano, el virus aparecerá en una forma más mitigada--según algunos--o en forma más violenta, como sucedió con la "gripe española", según otros. Nadie puede predecir lo que va a pasar. Pero ya se está describiendo el escenario resultante. La economía mundial colapsará, mientras que, como Massimo Giannini escribe en La Repubblica del 17 de marzo, "la Europa de la Ilustración y de los padres fundadores de Ventotene, justa, libre y solidaria, es derrotada por un enemigo invisible y esquivo." "Estamos en guerra," el presidente francés Emmanuel Macron repitió exactamente seis veces, manifestando contra "un enemigo invisible y esquivo" que nos está atacando.
     Dios es paciente, y siempre advierte primero antes de infligir sus castigos finales. El coronavirus parece ser una advertencia de la Divina Providencia para que la humanidad tome conciencia de sus errores. Es la hora del arrepentimiento por los pecados del mundo, porque al pecar colectivamente hemos merecido castigos públicos, como epidemias, hambrunas y guerras, que bien podrían seguir uno tras otro en rápida sucesión. Dios es infinitamente misericordioso, pero su misericordia presupone la conciencia del pecado y pedirle perdón. Seguirán otras advertencias dolorosas, luego se izará la bandera negra de Tamerlán.
     Sancte Michael Archangele, defende nos in prœlio, contra nequitiam et insidias diaboli esto præsidium. Imperet illi Deus, suplicesdeprecamur; tuque, Princeps militiæ cælestis, satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude Amen!