Friday, March 13, 2020
Lectura de San Pedro - parte 12
12 Por eso yo les recordaré siempre estas cosas, aunque ustedes ya las saben y están bien convencidos de la verdad que ahora poseen.
13 Me parece justo que los mantenga despiertos, recordándoles esto mientras yo viva en esta tienda de campaña
14 porque sé que muy pronto tendré que dejarla, como me lo ha hecho saber nuestro Señor Jesucristo.
15 Y haré todo lo posible a fin de que, después de mi partida, ustedes se acuerden siempre de estas cosas.
El tema de estos versículos es de recordar a la gente de las verdades cristianas y animarlas a practicar la virtud. Escribiendo con celo, y motivado por el hecho que pronto va a morir, el mensaje toma un sentido más grave y fuerte. Cuando escribe San Pedro esta carta, es cuando él ya está viejito, probablemente en el año 64 o 67. Si era mayor de edad que Jesucristo, tendría San Pedro aproximadamente 70 años. Cerca a sus palabras, que sabe que pronto va a salir de esta vida mortal, no hay más información. Tal vez el Señor le dijo explícitamente; tal vez ya fue sentenciado a muerte. En fin, San Pedro está listo para dejar esta vida y fortalecer a las ovejas con sus palabras de ánimo.
"Esta tienda de campaña" es una frase muy expresiva de la vida en este mundo. Nos hace recordar las palabras del evangelio de san Juan: "Et Verbum caro factum est, et habitavit en nobis. (Jn 1:14) Tiene el sentido de "hacer su casa entre nosotros," o hasta "erigió su tienda entre nosotros." Pero una tienda no es igual que una casa permanente. También Moisés instaló su Carpa y la llamó la Carpa del Encuentro, el lugar para reunirse con Dios (Ex 33:7) Aquí San Pedro habla de la tienda de campaña. Nosotros también vivimos en este mundo por un rato nada más.
16 Porque no les hicimos conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza.
17 En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la Gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: 'Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección.'
18 Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con él en la montaña santa.
Este domingo pasado escuchamos el evangelio de la Transfiguración, en que Dios Padre dijo estas palabras: "Este es mi Hijo muy querido..."San Pedro, san Juan, y Santiago eran testigos de la Transfiguración y también de la agonía de Jesús en la huerta el día Jueves Santo. Son testigos de la gloria y de la agonía, como nosotros debemos ser.
La palabra "gloria" en griego es "doxa" y se pronuncia doc-sa. En la santa Misa, después de la consagración, el Sacerdote toma la hostia consagrada y hace cinco señales de la cruz sobre el cáliz, diciendo, "per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipotenti, in unitate Spiritus Sancti, omnis honor et gloria, per omnia sæcula sæculorum. Amen." (Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.) Esto se llama la doxología, en que damos gloria a Dios en el momento de terminar la consagración. La palabra también se usa en el Gloria y en el Gloria Patri, como expresiones de la gloria de Dios en la santa liturgia.
19 Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
20 Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura.
21 Porque ninguna profecía ha sido anunciada por voluntad humana, sino que los hombres han hablado de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
"Nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura..." ¡Qué importante es para los protestantes (y muchos católicos) considerar estas palabras. Todo el mundo, sin estudiar la biblia, sin estudiar la doctrina, y animado por UN espíritu, piensa que el mensaje de la Escritura depende totalmente en la interpretación privada de la persona. Es como dicen muchos, que la belleza está en el ojo del observador. No no no. Así no es la sagrada Escritura, y San Pedro nos dice eso precisamente. Pedro rechaza la práctica de los maestros de esos y todos tiempos, que cualquier interpretación de la escritura es válida, basada en solamente en la ingenuidad humana.
Dos preguntas salen de esta idea: 1) ¿Qué es la sagrada escritura? 2) ¿Quién tiene autoridad para interpretar la sagrada escritura? El documento del Segundo Concilio Vaticano sobre la sagrada Escritura dice: "Porque todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios." (Dei Verbum, 12) Y la Escritura es ese cuerpo de libros y cartas, inspirado por Dios y escritos por escritores humanos, que la Iglesia ha definido que es espirado y corresponde con el Evangelio de Cristo. Por eso, las cartas de san Ignacio de Antioquía, las de san Clemente, las de san Atanasio, por unos ejemplos, no se consideran parte de la Escritura. La Iglesia determinó eso, y la misma Iglesia tiene autoridad sobre las sagradas Escrituras.
Reza mucho por las personas que asumen que tienen dones de interpretación de los espíritus y otros dones especiales. La teología es una ciencia, basada en la doctrina correcta, y la interpretación válida de la Iglesia; no es una interpretación personal. San Pedro habla así.
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