Tuesday, March 10, 2020

La Comunión Eucarística

     En Italia, el papa Bergoglio y los obispos del norte de Italia han declarado que, por el momento, se prohiben las Misas públicas, las confesiones, y todo el servicio pastoral por un mes, o hasta que termine la amenaza del coronavirus. Aquí en St. Louis, el arzobispo dijo que en las Misas en esta diócesis, la distribución de la sagrada comunión será solo bajo una especie, la del pan, y no bajo la especie del vino. (¡Gloria a Dios en el cielo!) Pero, como en muchos lugares, dijo también que la distribución de la hostia debe ser en las manos de los fieles y no directamente en la boca. Unas consideraciones.

Frecuencia de la Comunión
     En la gran historia de la Iglesia, la recepción de la comunión fue algo no muy frecuente. La gente se acercaba a comulgar tal vez una vez al año; y por eso existe el precepto que todos los católicos estamos obligados de comulgar por lo menos una vez al año, durante el tiempo de la Pascua. Considera que en los tiempos medievales, las monjas Clarisas pobres (las de Santa Clara) comulgaron seis veces al año; las monjitas de Santo Domingo, quince veces; los laicos del tercer orden de Santo Domingo, cuatro veces; san Luis, rey de Francia, seis veces; y Santa Isabel de Portugal, tres veces. Quiero decir que la recepción de la comunión, tan común en estos tiempos, es algo un poco raro cuando consideramos la historia de la recepción de la comunión en la Iglesia católica. Entonces, si vamos a una Misa en la cual el sacerdote solo distribuye la comunión en la mano, no debemos pensar que estamos obligados de recibir en la mano. Podemos asistir a Misa sin comulgar, y no pasa nada.
   
Comunión en la Mano
     En la Misa tradicional, nunca es licito comulgar en la mano, entonces para nuestras Misas y en las de San Francisco de Sales, no hay problema. Es cuando vamos a las Misas del Novus Ordo que tenemos que estar vigilantes. Recuerdan que no tienen que comulgar en cada Misa.
   
Multiplication Innecesaria de Misas
     En tiempos modernos, hay una multiplicación de Misas por los sacerdotes, supuestamente por necesidad. En muchos casos, el obispo insiste que celebre el sacerdote dos, tres, cuatro, o cinco Misas el domingo. No debe pasar eso, de verdad, pero sí pasa. Cuando, por ejemplo, hay otra Misa de quinceañera, me pregunto: ¿Qué es, entonces, la Misa? ¿Debo celebrar otra Misa para la ocasión del cumpleaños de una chica, que, en la mayoría de los casos, no va a Misa y no cree en la presencia sagrada de Cristo en la Eucaristía? ¿No es cierto que la Misa debe ser el acto central de la parroquia, y si alguien "quiere una Misa," esa persona debe ir a aquella Misa en vez de multiplicar las Misas? Ofrecer otra Misa, por ejemplo, para una boda, la Iglesia siempre lo ha permitido. Para una bendición de una chica de 15 años, antes de mas o menos 1980, nunca pasó. En muchas de esas ocasiones, personas van que no creen en Dios o no practican su fe. El papa emérito Benedicto XVI escribe:
"En algunas circunstancias, como por ejemplo en las santas Misas celebradas con ocasión de bodas, funerales o acontecimientos análogos, además de fieles practicantes, asisten también a la celebración otros que tal vez no se acercan al altar desde hace años, o quizás están en una situación de vida que no les permite recibir los sacramentos. Otras veces sucede que están presentes personas de otras confesiones cristianas o incluso de otras religiones. Situaciones similares se producen también en las iglesias que son meta de visitantes, sobre todo en las grandes ciudades en las que abunda el arte. En estos casos, se ve la necesidad de usar expresiones breves y eficaces para hacer presente a todos el sentido de la Comunión sacramental y las condiciones para recibirla. Donde se den situaciones en las que no sea posible garantizar la debida claridad sobre el sentido de la Eucaristía, se ha de considerar la conveniencia de sustituir la Eucaristía con una celebración de la Palabra de Dios." (Sacramentum caritatis, 50)
     Ésta es la razón principal por qué empecé a celebrar las quinceañeras como celebración de la palabra de Dios, y no de la Santa Misa. Noté que casi nadie comulga, ni los papás ni los padrinos. ¿Cuál es el sentido de celebrar una Misa, el santo Sacrificio de Jesús en el Calvario, solo para solemnizar la ocasión del cumpleaños de una chica? ¿No nos estamos abusando de la Misa? El papa Benedicto sigue:

"La plena participación en la Eucaristía se da cuando nos acercamos también personalmente al altar para recibir la Comunión. No obstante, se ha de poner atención para que esta afirmación correcta no induzca a un cierto automatismo entre los fieles, como si por el solo hecho de encontrarse en la iglesia durante la liturgia se tenga ya el derecho o quizás incluso el deber de acercarse a la Mesa eucarística. Aun cuando no es posible acercarse a la Comunión sacramental, la participación en la santa Misa sigue siendo necesario, válida, significativa y fructuosa. En estas circunstancias, es bueno cultivar el deseo de la plena unión con Cristo, practicando, por ejemplo, la comunión espiritual, recordaba por Juan Pablo II y recomendada por los Santos maestros de la vida espiritual." (ibid, 55)
     La cita de Juan Pablo II es del documento Ecclesia de Eucharistía, 34: "Es conveniente cultivar en el ánimo el deseo constante del Sacramento eucarístico. De aquí ha nacido la práctica de la comunión espiritual, felizmente difundida desde hace siglos en la Iglesia y recomendada por Santos maestros de vida espiritual. Santa Teresa de Jesús escribió: 'Cuando ... no comulgas y oyes Misa, puedes comulgar espiritualmente, que es de grandísimo provecho..., que es mucho lo que se imprime el amor de este Señor."

Communion Espiritual
     El beneficio de la comunión espiritual es tan importante, hermanos, que la Iglesia recomienda que no siempre comulguemos, aunque podamos. Eso es para desarrollar el ánimo de comulgar sacramentalmente y no ser como robots en la Misa, comulgando simplemente porque es lo que se hace en la Misa. Siguiendo la costumbre de los santos, y entendiendo que la presencia sacramental se queda en el alma por unos quince minutos después de la comunión sacramental, podemos hacer una comunión cada quince minutos. Obviamente, sería muy difícil comulgar cada quince minutos pero es para saber que es posible hacerlo con mucha frecuencia. Además, podemos ofrecer nuestras comuniones espirituales por varias intenciones, en reparación por los pecados cometidos contra el Sagrado Corazón de Jesús.

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