Continuar con la Misa

En la Misa, el sacerdote con los fieles están involucrados con algo sagrado, la cosa más sagrada que puede existir: es decir, están involucrados con el Santo Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo. Nada menos. Eso lo admitimos y proclamas con nuestra asistencia cada domingo y día de precepto; eso declaramos con nuestra vida pública de la fe católica. Pregunta: ¿Está dispuesto a morir para defender esa verdad? Aquí hay un pequeño video de una película española, El Frente Infinito. Mira como el Sacerdote (y el monaguillo) se quedan allí en el altar, aunque la situación es difícil, imposible. Todos se van, naturalmente. ¿Y nosotros? Los chismes, los comentarios, los juicios, las tentaciones del mundo, la flaqueza espiritual nuestra... todo eso contribuye al miedo y al deseo de conformarnos con el mundo. Mejor nos quedemos aquí aquí aquí con el Señor, abandonado, que no tiene a muchos amigos; condenado injustamente, triste y agobiado, sangrando intensamente, con una sed que no podemos imaginar. Él solo quiere que estemos aquí con Él, pasa lo que pasa.